Monday, November 09, 2009

Hoy casi

Le grito a un niño. Y ni iba tan tan tan de malas, y el niño me cae bien, sólo que me cansó. Resulta que hay un niño de quinto que pasa todos los recreos en la biblioteca, a veces agarra juegos de mesa y me dice que si juego con él. Yo digo que sí pues porque está solo y también para saber cómo funcionan los juegos porque luego me preguntan y debo decirles "Mmmmm no tengo idea". El chiste era que llegó, me dijo y ya.

Primero jugamos Wanted, cada jugador tira una carta y hace mamadas, ahí él hacía trampa porque tirada a veces dos cartas seguidas, pero yo asumí igual y era accidente, porqu euno las va tirando en chinga. Ya, acabamos ese y empezamos a jugar Tangram 4, yo ahí seguía normal, ese es de hacer figuritas con unas piecesitas, uno saca la tarjeta y los dos jugadores de ahí copian la figura. Y aquí la cosa se puso fea. Yo le iba ganando, siempre armaba las figuras antes que él, entonces a la hora de sacar las tarjetas empezó a decir "Pero no empieces hasta que cuente" Y mientras contaba él ya iba armando su figura, le dije que eso era trampa y ya, luego él dijo, yo saco las tarjetas, entonces sacaba la tarjeta y la veía un rato antes de ponerla en la mesa para que quedara visible a mi también.

Yo ahí ya estaba desesperándome. Entonces yo seguía ganándole, luego armé una figura y me dijo que estaba mal, que estaba haciendo trampa yo, dije que no, que estaba bien y él movió su ficha una casilla de más. Siguió el juego sacando las tarjetas y viéndolas él solo y entonces empecé a arrebatárselas para ponerlas en la mesa. La paciencia desaparecía poco a poco. Al final casi exploto, me dijo que yo hacía trampa y empezó a mover el tablero para que yo no pudiera armar mi figurita y ahí, ahí estuve a punto de gritarle. Así funciono yo, tranquilidad y luego explosión, no hay puntos intermedios.
No le grité porque sabía no controlaría lo que saldríade mi boca, pensé en decirle "Entonces juega tú solo" pero sabía si hablaba ahí no se quedaría todo, sabía que por lo menos le diría "Entonces juega tú solo pendejo". Y ya, no le grité, tuve que aguantarme porque sabía el grito saldría por sí solo, que terminaría diciéndole algo horible al niño y entonces mejor no, sólo apreté los puños.

Y ya, decidí entonces ya no estar en sus recreos, esa será mi hora de lunch y fumar y acomodar secundaria, digo, me sentiría mal por decirle "No, no quiero jugar contigo" así que lo evitaré y ya sin pedos. Él verá que hace y yo no me enojaré porque hace trampa.

1 comment:

Espaciolandesa said...

Pues sí, mejor ya no juegues con él.

A ver quién le aguanta sus trampas.

Pos estos :P