Tuesday, November 10, 2009

Ayer me reí

Con Grey's Anatomy, una tipa se cae de un barco y las hélices le cortan los brazos y una pierna, Yang que es malvada pero maravillosamente malvada, no malvada-malvada, le pone de apodo Ceviche, ya saben, los pedazos crudos de pescado. Lo oí muchas veces y cuando Lexie se lo dice a la paciente me reí.

Y hoy, hoy lloré con Lindner y eso estuvo muy raro porque yo no lloro con libros, es que los libros son ajenos, los libros están lejos por la barrera esa de leer, uno no ve/siente/prueba/oye las cosas, uno las lee y luego las imagina, es un proceso, no es una inmediatez. Entonces eso pensé toda la vida, y un día me reí con Mil Millington, Things my Girlfriend and I Have Argued About me hizo doblar de risa y luego Love and Other Near Death Experiences me hizo reir también, y no como cuando uno hace "Mjjjjj" que es un preludio a irsa, sino risa de verdad, fuerte y con dolor de panza. Y el llorar con libros, pues iba más o menos igual, con libros sólo me había pasado una vez y fue con La tregua de Benedetti, y ni siquiera fue cuando Avellaneda se muere, fue cuando Santomé habla de la muerte de Avellaneda, todo era tan personal [digo, lo más cercano que se a muerto a mi es mi abuelo cuando yo tenía tres años, entonces no cercano o personal de identificable con el personaje], el dolor de Santomé era tangible, y no porque dijera "Ay, me duele mucho" sino por cómo dice las cosas [Citaría pero no se dónde está mi ejemplar], dice algo como que fallecer es muy técnico y ahí empecé yo a llorar. Pero, La tregua es una novela, uno se mete a ella y ve qué pedo y luego ya uno entiende al personaje, es como una película, si lloras al final de A Walk to Remember [perdón, se es mala, perom con esa lloré millones de veces de adolescente y todas mis amigas adolescentes lo hicieron también] es porque pues uno vió toda la película, si uno ve en la tele sólo el discurso final de Shane West uno no llora y es más o menos así, uno necesita algo grande para entenderle y reir o llorar, pero ahora no.

Lindner tiene poemas, poemas maravillosos [MARAVILLOSÍSIMOS], pero poemas a final de cuentas, son breves [digo, poemas tradicionales, no algo como "Faerie Queen" o "Paradise Lost"] uno no tiene oportunidad de conocer a los participantes, porque a veces ni hay, o porque pues sólo está la poetic voice y ya, o está la poetic voice y el addressee y ya, uno no los conoce, uno no sabe nada de ellos, uno sólo sabe unas cuántas líneas y ya. Y digo, los poemas son maravillosos porque en mini palabras dicen cosas inmensas, y entonces comprimen cosas inmensas en pocas estrofas y uno por eso dedica poemas, pero a final de cuentas, es un poema no suele haber un background, un algo que diga algo más de los personajes, es como el sentimiento de un poetic voice aislado, pero en realidad no sabemos ccuántas cosas hacen enojar a esa poetic voice, o si le gustan las fresas o cuántos hijos tiene y si cree que los quiroprácticoss son charlatanes o no [más bien uno no sabe todas esas cosas y otras más del personaje juntas, uno sólo sabe algo muy pocas cosas, no muchas].

El chiste era pues que hoy leí a cummings y luego estaba ahí Skin de Lindner y lo abrí, me salté "Fontanel" y lo leí y leí y leí y entonces llegué a "Aversive Therapy" y desde las primeras tres líneas lo sentí venir, y eso está muy raro porque es un poema y lo he leído tal vez dos veces entonces no, y entonces acabé de leer y ya estaba llorando [Cuidando claro siempre de no mojar el maravilloso Skin y cabe aclarar que la parte llorrosa es mayormente la primera oración que abarca seis líneas], y entonces releí y seguí llorando, luego fui a "Fontanel" y todo continuó, pero ahí no fue el poema solito, ahí ya fue otro pedo, el chiste era "Aversive Therapy" que me hizo llorar, así nomás sin tener que ver cuántos pies tenía cada verso o qué quería decir cada cosa, "Aversive Therapy" me hizo llorar y llorar y llorar.

No comments: