Tuesday, April 06, 2010

Pues bien


Se acabó el martes y a Nugget ya la operaron y a mi me tatuaron. Empiezo este post en los cuatro minutos que tengo antes de trener que volver a salir de mi casa porque dejé mi puta tarjeta en el puto veterinario, seguro lo acabo de regreso. Como sea.

En la mañana fui y dejé a Nugget y pesa ocho kilos y me dijeron qué pedo y me hicieron firmar una carta y demás, me fui, hice visita porque pues a partir de ya tengo que estar con Nugget mucho tiempo y no pasearla por la vida y ya. Ahora, Nugget tomó posición extraña para dormir y miren nomás cómo quedó:Lo rojo me preocupa, pero soy paranoica, ¿Lo rojo es que ya se le infectó? ¿No verdad? ¿Verdad? ¿Verdad? Uy, y me puse mis calzones de perritos en un intento de buena suerte y me tomé foto de evidencia:
Y ese cabello que usted ve a la derecha del moñito y abajo del moñito no son vellos púbicos. Lo pensé por un segundo pero no, no lo son, de serlos hubiera editado la foto o no la hubiera puesto. Pero el chiste es que no, son cabellos de cabeza caídos y depositados casualmente cerca de mis calzones.

Bueno, ya, llegué al lugar de tatuajes como a las tres, dije tengo una cita a las tres pero no se con quién, jamás le pregunté el nombre al güey, jamás, sólo recordaba grandes perforaciones en las orejas y que tenía un iphone, así que eso dije.

Las tipas me dijeron, ermh todos tienen iphones y todos tienen grandes perforaciones, pero seguro es con No-entendí-lo-que-dijo. Le di mi hojita, esperé y platicaba del San Judas Tadeo que ahí tenían, platicaba de los tacones y después de un rato me dijo que en dónde y me quité la sudadera y le dije que en la espalda. Me puso esa madre, me dijo que si ahí estaba bien y después de dar el visto bueno me puso algo que parecía manteca y escuché trrrrrrrrr.

Y fue como ir al dentista, uno oye esa madre y sabe lo que viene. Pero es como si uno fuera al dentista por primera vez siendo adulto porque uno lo oye pero no sabe lo que va a sentir. Pensé no debía doler mucho porque en Miami Ink la gente nunca hace berrinche a menos que le hagan madres gigantes o que se las hagan en las costillas.

Como sea, no sabía cuánto me iba a doler o qué iba a sentir, una parte de mi creyó que sólo iba a sentir vibracionsitas, la otra creyó que me dolería tanto que me iba a desmayar. Pues bien, el güey empezó con la coma y esa parte me dolió mucho, pero mucho.
[Ese name que se ve ahí fue lo más doliente de todo y por favor, ignoren mis estrías]

Mi conclusión fue que estaba muy cerca de las costillas, pero ah-no-mames, cómo me dolió. En algún punto juré que nomás estaba en un punto picándole a ver qué pasaba o a ver si lograba llegarme a un pulmón.

No mames, como sea, conforme fue subiendo el dolor disminuía, y ya cuando iba por lo de más arriba nomás me daban cosquillas, me ponía cremita y me movía de cosquillas. Y ya luego todo fue como experiencia cotidiana en el dentista, oía la máquina y temía y así.

Aún así, confieso que la peor peor parte fue el final, me puso manteca o cremita o mantequilla o lo que fuera y yo esperaba ya estar libre de dolor y el frío se sentía bien rico, y en eso que toma una servitoalla y que me quita esa madre. Y no mamar, la servitoalla dolía, es como cuando te quemas cabrón con el sol y entonces te tallas y te tallas y te tallas la parte quemada.

Y ya, en menos de cuarenta minutos yo estaba lista y me dijo que me viera en el espejo. Aún no se si quedó muy grande, son veintidós centímetros, pero pues está bien. Ahhh y otra cosa, el sábado que dije en junta que me iba a tatuar, me preguntaron en dónde y dije que aquí, Garage Ink se llama el lugar y tenía buenas referencias. B. me dijo que me lo hiciera Cráneo que ese güey lo hacía chido, yo fui idiota y el güey que estaba ahí fue al güey que le dije, por unos segundos paranoiqueé porque pensé que qué tal era el Yogi de ese lugar y así, pero no, el que me tatuó sí era Cráneo y creo que lo hizo bien, digo, son letras, no había mucho para cagarla, pero de todas formas todo luce bien.

[Verga, lo veo torcido, espero sea mi mala postura y no torcidez de verdad.]

El güey lo hizo chido, y aunque su tarjeta dice "deveras" y no "deberás" lo considero recomendable, las fotos en el myspace de otros tatuajes más elaborados lucen chidas, bien hechas, caras bien hechas y entendibles y así. Y no, no querré otro tatuaje, duele y si soy chillona qué, me dolió, las últimas palabras, las de hasta abajo me hacían querer decirle te la estás mamando. Y no, no quiero que me vuelva a doler. Digo, sí, me gustaría tener más cosas ahí plasmadas, no un chingo, pero tal vez una o dos más, pero no, duele, y fuera del mejor verso que he oído en mi vida, creo que el dolor no vale la pena [Digo, no fue ni para llorar, creo que he tenido dolores peores, pero pues este fue un dolor electivo, hubo dolor porque yo quise, no porque tuviera apendicitis o porque se me estuviera pudriendo una muela o porque fuera víctima de un disparo].

Y ya, me pregunté al principio cuando el dolor era intenso cómo lo lograba la gente con graaaandes tatuajes, a esos a los que se los tienen que colorear, que cómo aguantaban porque yo aguanté cuarenta minutos, y de esos sólo unos diez fueron de dolor intenso, pero no mamas, aguantar todo un cristo en la espalda o todo un lo que sea grandote no se cómo lo hacen. Ja, y mientras estaba ahí me acordé de un amigo de Laura que un día me enseñó su tatuaje y me dijo que uno se hace adicto pero no porque uno quiera más y más cosas, sino por lo que uno siente mientras es tatuado, y no, estoy en desacuerdo, yo no sería adicta a eso, me gusta la idea de tener algo indeleble, pero no me gusta el dolorcito. Deberían de anestesiarte, así como durmieron a Nugget, así deberían de dormirlo a uno y cuando despiertas ya está todo listo y todo sin dolor. Ese sí sería un buen negocio.

Uy, y soy pobrísima, empecé las vacaciones con mil cien pesos y em quedan como cuarenta, y mi tarjeta es muy pobre también, puta madre.

3 comments:

guajira said...

Te quedo muy bien, los tatuajes son muy especiales.
Te felicito.

- fatum - said...

Yo tampoco creo que sea por lo que se siente durante el tatuaje y tampoco es como adictivisimo! Yo creo que te acostumbras a ver algo que te gusta en la piel, o eso es lo que a mi me pasa. Adoro cada uno de mis tatuajes y pues si ya tengo algunos, pues tener mas ya no hacen taaanto daño.

Espaciolandesa said...

Jajaja... si no mencionas los pelos y las estrías ni cuenta me doy.

Y se ve bien el tatuaje, no se ve chueco ni nada.

Y no creo que lo rojo sea infección :P