Tengo un billete roto

Y lo odio totalmente porque son cincuenta pesos que no cuentan pero que ogual no puedo sacar de mi cartera pero no puedo dar a nadie y blaaaaa, está roto casi a la mitad así que mi única opción es ir al banco y cambiarlo. Odio los nuevos billetes de plático que sí, todos dicen que son como los del primer mundo [nunca he visto dólares plastificados, que es lo más cercano al primer mundo de lo que estamos] y oh por eso debemos estar orgullosos pero no, pura mamada, los nuevos billetes, los de veinte y cincuenta se rompen bien fácil y los de doscientos si pasan más de media hora arrugados en el pantalón se les empieza a zafar la bandita.

[Paréntesis, casi lloro con Grey's anatomy, el viejito no quiere que se muera la esposa y le empieza a empujar el pecho para que no se pare el corazón, tristísimo, el viejito se cansa y le tienen que dar oxígeno y Bailey va y toma el lugar del señor porque el señor dice que no puede ser él quien la deje morir, ah, tristísimo es Grey's anatomy, hace mucho que no veía un capítulo así..... ya se murió la esposa]

Punto, ya, mañana entonces voy al banco [a qué hora cierran los bancos, dos o tres?] yyyy hago tarea, tengo pendiente lo de Mom y lo de Constantino que me toca exponer y no he acabado de leer la novela [hueva total] y meeenos la crítica, bueno, no he empezado a leer crítica, verga, estoy a punto de entrar en pánico total. Ya, se acaba el post que hay tarea por hacer y acabo de notar que olvidé mis cigarros en el coche, putísima madre.