Monday, December 01, 2008

En mis veintiún años

Dos meses, veinte días de existencia, jamás me he quemado con un cigarro. Cuando era niña mis papás fumaban, mi papá Marlboro rojos, mi mamá no me acuerdo, pero desde que tengo memoria fuma Benson mentolados [se que antes fumaba otra cosa pero no se qué fumaba]. Resulta que mis papás se casaron gracias a los cigarros.

Bueno, no tan así. Mi mamá fumaba, ha fumado desde que tiene quince años [creo] y entonces un día entró a trabajar a hacienda, ahí tenía amigos y bla, un día un amigo la invintó a comer y mi papá también fue de chismoso. A partir de ahí, cada que mi mamá fumaba y sacaba cigarros y decía ¿Quieren? Mi papá decía que sí y Bum! empezó a fumar.

Ya luego se casaron y bla, nací yo con el DIU en la mano, mis papás siguieron fumando y así. Mi mamá fumaba en su cuarto mientras veía tele o lo que sea, ahí fui testigo de la primera quemada brutal de cigarro en mi vida. Cuando era niña tenía una amiga que se llamaba Mavi y su hermana era Renata, Renata era varios años más chica lo cual hacía que la ignoráramos gran parte del tiempo, por eso, Renata se iba a platicar con mi mamá. Ese día recuerdo haber estado momentáneamente en la recámara de mi mamá y que Renata entró atrás de mi y se lanzó sobre la cama... mala idea, ahí estaba el cenicero con el cigarro de mi mamá y justo en ese cenicero cayó su mano dejándole ampollas por toda la palma.

Pasaron los años y a mi me dió por escupir porque acababa de aprender, un día en Tolcayuca iba con mi papá en el coche y me dijo que ya no escupiera, yo dije que me cagaba que fumaran en el coche [y si yo no fumo me sigue cagando, todo se encierra] así que hicimos un trato, él dejaba de fumar en el coche y yo dejaba de escupir. Mi papá dejó de fumar en el coche y como a las dos semanas, dejó más de media cajetilla nueva y dejó de fumar para siempre.

Mi mamá siguió fumando pero ya casi nunca en su recámara, y yo, que hasta los diez años creía que el cigarro era el opio de los pueblos y que nunca iba a fumar [un día me compré un cigarro inflable que decía NO FUMAR e intenté ponerlo en mi casa y me mandaron a la verga], terminé fumando mi primer cigarro como a los doce años.

Nada grave, un cigarro cada dos meses y mal fumado, lugo crecí, cumplí como catorce años y empecé a fumar más, quince años y más, hasta que un día me raspé el paladar con unos Doritos y dejé de fumar como seis meses. Ahí fumaba casi lo que fuera, aún no tenía gusto establecido, Marlboro menthol, Camel, y ya luego sólo Benson mentolados, peeeero si no había compraba Salem y no me causaba ningún pedo. Más o menos en esa época [en la prepa] un día salimos de la escuela y fuimos a chupar a Coyoacán, yo iba de uniforme, estabamos en el Burma sentados en el piso y Jessica estaba junto a mi, después de como dos jarras, recargué mi mano en la rodilla y Jessica gritó, volteé y vi mi cigarro en su mano, después de unos segundos alcé la mano y por alguna razón ella hizo lo mismo, haciendo que el cigarro siguiera entre sus dedos quemando. Luego ella movió la mano y el cigarro cayó en mi falda tableada azul marino.

Luego fuimos a seguir chupando en su casa, su mamá se acercó, nos pidió una, le dimos una [que seguró era Absolut o Malibú de ese que sabe a piñita/coco] y Jessica le enseño su quemada, reconocí la culpa ahí, le dije que se pusiera huevo y seguimos fumando y chupando con la mamá de Jessica. Fue también por esa época que la mamá de Jessica me regaló una cajetilla de Marlboro mentol, que porque en la tienda no había rojos y compró esos que sabían a madres, le dí las gracias y pensé que era una exagerada, que fumar otra cosa de vez en cuando no estaba tan mal.

Ya luego me volví una mamona y empecé a fumar sólo Benson mentolados [si no hay en la tienda me voy a otra] y ya. Mi papá nunca volvió a fumar y no le crea pedos vivir con alguien que fuma en su cara [mi mamá] y tampoco le crea pedos de que le dan ganas de fumar otra vez. Jamás los tuvo, ni el día que dejó de fumar quiso otro cigarro, y esa es la diferencia me parece entre un fumador y un fumador de verdad. El de verdad empieza a fumar en la adolescencia y le crea una dependencia tan atascada que nunca puede dejarlo, porque al dejarlo todo le antoja un cigarro, los tacos recién comidos, la mano con un cigarro que sale del coche de adelante o la señora en la pelí que fuma en el estudio de grabación; el fumador así nomás nunca es de verdad adicto, empieza a fumar de adulto y la dependencia no es taaaaan atascada, puede dejar de fumar así nomás sin siquiera acabarse la cajetilla que dejó a medias, y en unos años se vuelve un mamón que dice que le molesta el humo de cigarro.

Este post está aquí porque me dió hueva seguir leyendo lo de Andreas.

1 comment:

Octopus Queque said...

Yo empece en la prepa! Jajaja aunque el primerito fue saliendo de la secundaria, uno de clavo y me dio el mareo de la vida. me sentí como el dude de trainspotting, me hundi en la cama y todo acabo ahi jajaja. Pense que mi vida de fumadora habia acabado. Gracias a dios no, pero hoy soy mamona y solo fumo Lucky Strike. Si me urge fumar, de plano, un delicado. Pero hastahí. Jajajajaja.

Saludillos madame! Ya sali de vagaciones! Vamos a hooka!