Buuu, hoy es mi

Último día de vacaciones, y a menos que vuelva a haber influenza pronto, va a ser mi último día de vacaciones hasta diciembre. Hoy domingo estoy usando zapatos, flats, porque tengo que acostumbrarme a usar algo que no tenga agujetas (o velcro) y suela de goma, y mejor hacerlo hoy que mañana en día laboral.

La parte decente es que mañana entro doce y media, lo caca es que salgo hasta las ocho. Pero igual es un pedo porque está rarón despertarse tarde para ir a trabajar. No se, me gusta no tener que despertar temprano pero no me gusta que en la noche seguro habrá tráfico de regreso y en vista de que no soy morning person, en la mañana no haré nada y en la noche pues ya es noche como para hacer algo. Aún así está padre porque horarios son 7:30 a tres o 12:30 a ocho, y aún cuando debo ir un sábado sí y uno no, quincenalmente trabajaré cuatro horas menos [tomando en cuanta que en el anterior era de 7:30 a 3:30 yyy los jueves hasta las seis por juntas], entonces eso está poca madre.

Como sea, la otra parte que se me hace rara es tener que ir de oficinista, todo el tiempo que viví en servicio social fui en jeans [muchísimas veces rotos], playeras y tenis, y el tener que usar pantalones, blusa y zapatos me saca de pedo. De verdad que propongo que todos los oficinistas dejen de ir elegantes, no tiene chiste, en serio, todos seríamos más felices si pudiéramos ir sin un pedo en jeans y tenis. Hagan el intento en su oficina y todos trabajarán más, se los aseguro.

Otras cosas. Ayer mi mamá llevó a Nugget al peluquero, yo no tenía tiempo y se lo pedí y accedió. Pero hubo un pedo, se me olvidó decirle que dijera que lo corto no tan corto y lo largo no tan largo, entonces la peluquera le hizo el corte tradicional y esto pasó:

Nugget es muy calva, tiene partes poco irritadas y es muy calva y lo largo es muy muy muy muy largo. Tache tache, en otras noticias me compré unos tenis:

Azules, tenía ganas de tenis azules y por primera vez en décadas encontré tenis de mi tamaño. Ahora, el pedo no es que tenga el pie extremadamente pequeño o extremadamente grande, no, sólo que cada que me gustaba un par de tenis no había de mi tamaño y ya, se ha cambiado el patrón con estos zapatitos.

Y ya, en noticias alternas fui a la Zona Rosa, un día me tortearon descaradísimamente mientras platicaba y tomaba cerveza y al día siguiente, es decir antier, fui al único bar no-gay del lugar. Lo cual era raro porque no se, raro, había muchos adolescentes, vimos tres bandas tocar, dos eran chafas una era ñe, sonaba decente pero todavía un poquito ñe. No me tocó alcoholímetro ninguna vez pero de todas formas iba en buen estado.

Ah no, y falta algo, en las vacaciones me convertí en toda una lesbiana porque, damas y caballeros, descubrimos Top Gear y cada que salía yo no podía dejar de verlo. Disfruto las mamadas de Jermey Clerkson, me gusta ver pendejadas como que convierten una soccer mom van en convertible y que por eso se queme un autolavado; y me gusta ver cómo manejan trailers que traen en la caja un coche, un pastel gigante o un montón de paja con un calentador que luego hace que todo se incendie. Sí, me gusta un programa de coches pero en realidad no es por los coches entonces en realidad no soy tan buena lesbiana. En brealidad nunca hablan aaaaaños de lo bueno y malo de un coche, manejan uno y dicen a cuánto llega y y cosas así, pero no pasan años recorriendo la carrocería y los interiores con una cámara, entonces asumo por eso me gusta, porque hacen pendejadas pero ya son señores.

Y ya, no más post, es hora de competir en Forza Motorsport porque ya hay dos volantes para jugar [Uy, y también me tengo que deopilar las axilas en algún punto del día, puta madre].