Wednesday, August 25, 2010

Post rapidín

[jojojo rapidín (sí, soy una adolescente y qué)] Porque mañana sigo entrando temprano a trabajar. Hoy descubrí que el desmadre en la oficina me supera, supera la delgada línea que existe entre mi OCD y mi valemadrismo extremo. Aún así voy medio acomodando. Hoy platiqué un ratoooote con "el chino". "El chino" es todo un personaje, es un güey oriental que habla un chingo cada que va, lee de una forma cabrona, pero cabrona en serio. Es la persona que más lee que conozco, tiene dos credenciales [Sólo un número, pero paga doble anualidad entonces tiene derecho a seis libros] y entonces se lleva seis libros a la semana y los lee completitos.

No sólo eso, tiene como la necesidad de comprobar que los leyó y entonces al devolverlos te platica de todos, que si son una mierda, que si son buenos, que a quien le pueden gustar y así. "El chino" tiene credenciales de la Benjamin Franklin y del British Council también, y de ellas saca libros cada semana igual. Y no sólo eso, el jefe me contó que tiene un acuerdo con la esposa; la mitad de su sueldo se lo da a ella y la mitad lo gasta en libros. Ajá, lee un chingo.

Lo bueno de "el chino" es que como compra un chingo de libros y su casa no crece mensualmente, dona un chingo, ya no le caben; lo otro bueno es que hace recomendaciones buenas. Como sea, a lo que iba es que los coworkers le dicen "el chino" pero en realidad es tailandés, y tiene un nombre larguísimo [Pero largo en serio, si tiene 16 letras en nombre y otras 16 en apellido no estoy exagerando]. Es raro también porque no usa internet, NUNCA lo usa, no tiene mail y seguro no sabe cómo funciona facebook o twitter. La semana pasada me dijo que jamás va a comprarse una computadora.

Pero a eso no iba, "el chino" se metió al post sin querer. A lo que iba es que yo disfruto leer, sí, lo disfruto mucho, disfruto leer cosas buenas pero también las malas para entonces poder decir cosas caca de ellas, hasta podría leer otro de Toni Morrison sólo para hablar más mierda de la mujer. Como sea, disfruto leer, pero también disfruto la tele.

Y eso es el punto porque últimamente he conocido gente que disfruta leer y dice que la tele es una mamada. Y a lo mejor sí, cuando llego a casa sola, o cuando tengo pedos para dormir y pauli ya se durmió y no hay con quien platicar, ya no prendo la tele, leo. Semanalmente veo algo como hora y media de tele, y eso es ver Glee y ver Nurse Jackie.

Ahora, no digo que la tele sea mala, no lo es ni tantito, me gusta ver tele, me gusta acostarme a ver mamadas, en libros uno no recibe dosis semanales del sarcasmo de House ni de la guapura de Mary Louise Parker o Lea Michele. Considero a la tele tan necesaria como los libros, no concibo la vida sin ella [Y si veo tan poco es porque ahorita no hay Grey's Anatomy ni Desperate Housewives y porque Jon y Kate ya se divorciaron, pero en cuanto empiecen las nuevas temporadas seguro tendré, ermh, tres horas y media de tele al día].

Como sea, considero la tele necesaria. Siempre. En especial en momentos de trabajo. He dicho muchas veces que dede el segundo año universitario empecé a hacer ensayos bajo presión, eso es, empezando la noche anterior a la entrega. Ajá, unas horas antes, y todos esos ensayos fueron hechos con la tele prendida, me es imposible tener Word abierto sin tener la tele y un cigarro en la mano. Siempre ha sido así, de niña hacía la tarea con la tele prendida [Mi mamá no tenía reglas tan tradicionales como todas las mamás, por ejemplo, a ella le valía verga que yo tomara Coca].

Y esto ya perdió el hilo, pero a lo que iba es que me cae mal que la gente que he conocido diga quela tele es una pérdida de tiempo. No, no lo es, si nos vamos a ese principio entonces todas las novelas [Libros for god's sake, no las de Televisa] también lo son, no son algo real, son pura ficción que generalmente sólo tiene fines de entretenimiento, y pues la tele es igual.

En otras cosas, hoy vi que extraño los niños, y no es que me caigan bien ni que me den dulces ni que me platiquen, es que son más controlables. Hoy una señora se me paró muy cerca cuando le sacaba las copias [Pero muy cerca, veía sobre mi hombro cómo picaba los botones, muy raro] y yo no supe cómo decirle que se quitara. A los niños les hubiera movido las manos y les hubiera dicho "para atrás, todos, órale", o les hubiera picado la panza y les hubiera dicho lo mismo, pero con adultos no se. No se cómo decirles que se quiten porque están muy cerca ni que no sean pelados con los demás [A los niños eso les decía "sin ser pelados" y funcionaba bien]. Digo, es más fácil porque entienden a la primera y aquí nadie me ha llorado porque alguien más se llevó el libro que querían [Y en cuestiones más importantes, nadie se ha hecho pipí], pero igual, para cosas de regaños y eso está más cabrón.

Los adultos no te ven como figura de autoridad de inmediato, los niños sí [Aún cuando saben que tienes varias perforaciones, un tatuaje, ven tus peladeces en el facebook y saben que te gustan los doritos más que a ellos o que una vez mataste sin querer a un pato]. Y ya, mañana es el cumpleaños de pauli, deseémosle todos unos felices veinticuatro años ♥ [Y eso me recuerda, en exactamente quince días cumplo veintitrés años, tsssss].

3 comments:

Espaciolandesa said...

Jajaja... qué cosas.

Es cierto, con las personas adultas es más difícil tratar.

Uno esperaría que se portaran como lo que son y no.

Caray ¿por qué será tan difícil convivir con los demás? u_u

Espaciolandesa said...

Ah... y felicidades a Pauli (que su cumpleaños fue ayer).

[cacto kaür] said...

Es que no se cómo definirlo, no es que se porten mal, porque los adultos no te preguntan por qué no pueden entrar con comida ni quieren pintar tus cosas; pero es que creo que sólo me llevo mejor con los niños.

Los disfruto más, me caen mejor que la mayoría de los adultos. Y sí, es más fácil controlarlos, pero no porque se porten mejor, sólo porque como me llevo bien con ellos puedo decirles cualquier cosa con toda la confianza del mundo, con un adulto no, a un adulto no le puedo decir "quítate".

Ahora que, varios maestros me han dicho que es igual de difícil dar clases a adultos, que se portan igual de mal. Pero eso no lo he comprobado.