Tuesday, August 24, 2010

Hoy me di cuenta

Que fumo menos, pero claro, me di cuenta y prendí un cigarro. Ayer fumé sólo nueve cigarros, nueve, es un gran avance si consideramos que fumaba quince, y es un grandísimo avance si consideramos que en un momento de infatuación en la universidad me fumaba cajetilla y media. Como sea, gran avace, porque gran parte de la vida universitaria y post-universitaria, me fumaba una cajetilla.

Otras cosas, ya acabé Going Under, resulta que he llegado muy temprano al trabajo y pues leo y ya acabé, tomé hoy Emotionally Weird de Kate Atkinson, ajá, eso iba a leer, pero entonces me crucé con un churro que vi mientras lo etiquetaba, cuando no había gente me clavé y llevo cientocincuenta páginas de ese churro, de My Heart Lies South de Elizabeth Borton-Treviño. Ajá, me da pena y qué, mucha pena, muchísima en realidad.

Otras cosas, si estoy etiquetando es porque estoy en proceso de limpiar la oficina, de quitar todo el desmadre. Y más importante, hago eso porque quiero llevar una cafetera, ajá, todo por café diario. Medio vacié una caja de cosas por etiquetar, acomodé el cajón de papelería, comprimí el botiquín, revisé papeles, hice espacio y pronto voy a deshacerme de las donaciones que ya tienen lugar, hay varios para la facultad y hay otros varios para la antigua chamba. Los de la facultad no hay pedo, los de la antigua chamba voy a hablarle a E. a ver qué pedo, si los quiere o no, y ya si sí asumo los mando por valija porque sí me da hueva ir.

Ahora, lo que sigue es muy pelado. En realidad no, no es algo pelado ni vulgar pero tiene un comentario vulgar, upede saltárselo si quiere y seguir leyendo en el "ya" grandote. Pues bien, hoy estaba yo comiendo mango con pantalones negros de lino. Comí contentilla hasta que se me cayó un pedazo, como acto reflejo cerré las piernas, el mango se detuvo justo en la entrepierna. Tiré el mango pelusozo, atendí gente, y cuando vi, bam! tenía una mancha blanca. En el twitte rlo describí como si alguien se me hubiera venido encima porque pues tenía una mancha blanca justo ahiíííííí, tallé pantalones y no se caía.

Pensé en limpiarlo con agua pero entonces parecería que me había hecho pipí, entonces hice lo mejor que pude en seco. Y ya, cada que salía del mostrador sentía que la gente me veía fijamente y pensaba "no mames, ni se cambió los pantalones". Fue peor que cuando iba en la prepa y mi playera del uniforme tenía una mordida justo en una teta; pero peor, porque aquí se notaba lo blanco desde todos los ángulos y además ¡Era mango!. Seguí tallando e intenté quitar los residuos con diurex, al final ya todo era menos evidente.

Ya. En más noticias estoy empezando a hacer lista de libros por pedir, van graphic novels y mamadas de novelas como Charlaine Harris, pero también metí a Proust porque no hay una copia de In Search of Lost Time. Y ya, no más post por ahorita, me toca hacer cena hoy ♥ [Paréntesis, pauli me acaba de traer esquites **escurre baba**].

1 comment:

Espaciolandesa said...

A mí me dijeron de chiquita que las manchas de mango no se quitan, pero no sé si sea cierto :P