Wednesday, May 14, 2008

Hoy a Pepirou

Se le cayó [o es calló? Estoy segura de que calló pertenece a callar, ese de guardar silencio, pero cayó me hace dudar, ahora que hago una gran pensada, también cayendo, que yo creía estaba segura de saber cómo iba] otro diente, ahora uno de arriba, uno de los de enmedio, y ahora lo ví todo, bueno, ví como lo tenía bien flojo, cómo lo tenía de ladito, luego hacie atrás y luego se le reacomodaba. Marisol [♥] intentó quitárselo pero fue imposible, unos diez minutos después, Pepirou se acercó de nuevo y ya no tenía diente, chaaale.

Lo malo fue que hoy no traía cámara porque la saqué de mi mochila ayer para pasar las fotos a la compu, pensé en llevarla mañana y tomarle las fotos, peeeeero, lo peor, es que hoy vino la señora Mary y no tengo ni idea de dónde la dejó, tampoco se en dónde están los premios de Marshall de Beso y Lexie.


Y pues ya, hoy descubrí que tengo dos libros perdidos: Uno de Borges que no mé acuerdo ni cómo es pero se que lo tenía, y uno de Alejo Carpentier, que tiene la costilla negra yen la portada algo como amarillo y la parte de arriba y abajo negras, chaaale, me caga perder libros, por eso decidí hy, implementar la Ley de: Atenas no vuelve a prestar un libro en toda su vida. No me importa ser culera, ya no lo haré, he perdido tres así. Esta ley se había aplicado antes a Jessica, porque en la prepa le presté El Médico y me lo devolvió horrible: El plastiquito ese con dibujo que cubre la pasta del libro con una orilla rota, la pasta con una gran escurrida café atrás, la parte de arriba desgastadísima, tanto que con plumón negro intentó cubrirla, la primera página tiene manchas negras y las hojas a un costado tiene un rayón verde o azul. No no no no no, ahí dejé de rpestarle libros a Jessica, ni uno, ni uno en tres años, nunca más lo haré, y ahoraaa ni a ella ni a nadie, mis libros serán para mi solita y ya.

Ahora sí le voy a hacer caso a la propaganda de Gandhi:


Hoy en clase de Modenessi, volví a descubrir que soy fanatiquísima de John Donne, pero ahora con la Elegy XIX, To his mistress going to bed [por favor, si siguen el link, ingóner la foto de las nalgas de lamujer de la página del link, no es mi culpa]. Bueno bueno, el chiste es que hoy redescubí, como con el Forbidding Mourning, que el John Donne sí se la rifa. Así, cabrón, leí todas las dos páginas de notas que nevían hasta atrás, escuché atentamente a Modenessi, y me mordí las uñas por la ansiedas de descubrir lo que venía. Bueno, bueno, igual que la vez que lo descubrí, hoy pongo acá en el blog la evidencia de mis hojitas rayadas:



Bueno, la segunda está horrible, la escaneé tres veces y en todas salió con la orilla negra, la primera salió chida quién sabe por qué, la segunda la intenté recortar en Paint, pero es gigante, y una vez seleccionada una parte, no supe cómo moverme de izquierda a derecha, chin, bueno, no hay pedo, de todas formas en la segunda imagen sólo hay media estrofa.

Y ya, el post se acaba porque no se de qué más postear, tengo que sacar a Beso y a Lexie, limpiar sus cacas, cerrar mi clóset y buscar mi cámara, ah sí, y no dormirme tan tarde que mañana quedé en llegar temprano con Marisol [♥].

1 comment:

Unknown said...

Ese anuncio suena egoísta pero es muy cierto, no hay que prestar los libros, yo he perdido muchos así :(