Entre más cerca mejor.

Ayer tuve de nuevo un momento hipoglucémico en los que la realidad se mezcla con el sueño. Fue como cuando soñé que se iba acabar el mundo y al despertar lo seguí creyendo.

Explicaré el sueño: Estaba en un aeropuerto con jessico [la próxima ida a aeropuerto me debió de haber influenciado esta parte] y yo decía: las vacaciones están por acabarse. Entonces nos subíamos a un avión cualquiera, sin pensarlo con sólo lo que traíamos. Veía la imagen esa de Trainspotting de cuando el chico saca su pasaporte. Nos subíamos al avión y llegábamos a Turquía. En ese inter yo le mostraba a mamá unas fotos de Paris y de Turquía [creo que se las mandaba] para avisarle que iba camino a Turquía. La moneda local [en mi sueño] era el turco, cuatro turcos equivalían a un peso [ahí creo que el comentario de las rupias me influenció]. Al llegar nos quedábamos encerradas en un banco [según yo era un HSBC] y los de seguridad acababan de salir y no podían sacarnos, mientras estábamos adentro notaba que yo no traía pasaporte, que el que habíamos sacado de la caja era de jessico, finalmente un policía nos lograba sacar por otra puerta y yo salía corriendo para que no preguntara nada por el pasaporte.

Afuera había muchso turistas y de pronto caían bombas, nos formábamos en una fila en la que iba la gente para cruzar la frontera a un lugar más seguro [no se por qué estábamos de pronto entre Líbano e Israel], pero la frontera se iba recorriendo. De pronto estábamos en un centro comercial, yo lamaba a mi casa para decirle a mamá que me enviara dinero y le decía donde lo tenía guardado, jessico llamaba a su casa y su papá la regañaba. Recorríamos la plaza esa y llegaba el papá de jessica que llevaba un cargador de ipod que al parecer funcionaba con energía solar, iba con su mamá [pero en el sueño no era su mamá, era la señora que ayer salió en Grey's anatomy y creo que en ER era la mamá de la doctora Weaver], su mamá quería regresar pero su papá decía: Aquí nos quedaremos, entre más cerca mejor. Resultaba que el papá de jessico pertenecía a una religión extraña en la que veneraban a un hombre [creo que era un fakir] que estaba en esa plaza, él levitaba sobre unas cosas de metal a las que se conectaba el caragdor de ipod, yo cargaba el mío con ese cargador extraño pero mi ipod ya no era mi ipod, ya era uno negro.

Desaparecían los papás de jessico y me quedaba con ella, en un aparador veíamos un ipod extraño muy barato, recorríamos el centro comercial ese y entrábams a Zara, ahí dentro hacía mucho frío, jessico y yo estábamos perdidas adentro. Ahí es cuando empieza la pesadilla.

Jessico decía que su papá sólo le había dado veinte turcos [pero cada peso ya no valía cuatro turcos, ahora los turcos eran mucho más valiosos]. Nos perdíamos adentro, yo me encontraba a un chico de Puebla llamado Gonzalo [pero en el sueño tenía pelo largo]. Él me saludaba y yo decía: hola Gonzalo, y él decía que no se llamaba así. Me daba instrucciones para salir, pero no podía hacerlo. Recuerdo que nos medíamos ropa por el frío y que veía una lámpara en forma de estrella [como la que tengo] pero estaban foradas en una tela rosa. Veía a mamá y no se qué pasaba después, no podía saliry empezaba a sentir miedo. Había un extraño sistema para pagar en el que llevabas un aparato y las cosas que querías las marcabas con eso y ya, pero me preocupaba salir sin haber pagado algo sin querer porque el robo estaba penado con la muerte.

El frío se intensificaba y nos acercábamos a unas lámaparas que desprendían calor. Seguía caminando buscando una salida pero no podía escapar. En ese momento medio desperté y agarré las cobijas tan fuerte como pude intentando buscar una salida. No reconocí mi cuarto y me asusté.

Me medí el azúcar y entré al baño, al entrar lo reconocí pero seguía asustada, salí y vi que tenía 39, empecé a beber Coca, pero seguía sin saber bien donde estaba. Entré al cuarto de mis papás y mi mamá estaba tapada con una cobija extraña así que no reconocí su cama. Oí la puerta y asumí que papá nos había abandonado [aunque en realidad había salido temprano para ir con el médico]. Empecé a decir en voz alta: sé donde estoy sé, donde estoy; pero no acababa de creerlo. Prendí la tele [asumiendo que si reconocía lo que había me daría seguridad y me aseguraría que no estaba en Turquía], pero no recuerdo lo que estaba. Me volví a acostar y no reconocí mi cama.

Por un momento dudé si era yo, si no estaba atrapada en el cuerpo de alguien más así que me toqué torpemente la oreja y me lastimé. Después me quedé dormida.

Pfffff, odio cuando pasa eso, cuando no puedo distinguir la realidad del sueño, la vez que soñé con el fin del mundo fue igual hasta abrí la ventana esperando ver algo terrible. Esta vez todo fue más real, estaba más asustada y el meido duró más tiempo, me quedé dormida con la duda de qué pasaba. Terrible, esos momentos hipoglucémicos no son tan agradables como los que vienen acompañados de una epifanía. Afortunadamente he tenido muy pocos de este tipo.

La descarga del día: Christmas is all around de Billy Mack.