Un día, después de semanas

De normalidad y vida cómoda y demás, extrañas algo, así, de pronto extrañas algo. Y lo piensas dos segundos, y por eso extrañas algo más y empiezas a sentir nostalgia hasta que te acuerdas de algo y vuelves a topar que ya no te la pasabas bien ni estaba divertido, hasta que te acuerdas que te lastimó sin un pedo.

Entonces piensas en la cita de Hornby que hace unas semanas re-descubriste. En cuánta razón le encuentras a la cita más de dos años después de haber leído la novela, en cómo todo lo que dice tiene sentido. En cómo la cita ni es de tus favoritas y ni siquiera te la sabes literalmente de memoria pero los ecos que te hace tienen todo el sentido. Y te acuerdas de cómo el momento en el que la re-descubriste fue, a pesar de todo, bien emocionante porque es como cuando uno finalmente topa lo que dice un poema, porque fue como cuando entendí "The Rubin Vase" o cuando hace años topé "The Love Song of Alfred J. Prufrock"  o "The Lady's Dressing Room" o hasta "Fontanel".

Y entonces el extrañar ya no se vuelve algo inmenso porque ya lo extrañaste, porque ya no existe, porque ya no existía. Y entonces empiezas a pensar en que tienes hambre y en qué vas a hacer de desayunar/comer.