Thursday, April 04, 2013

El otro día

Estaba sentada en el piso y pensé en "Fontanel", hace meses que no me lo decía mentalmente, meses, seguro más de un año. Durante meses me he repetido líneas de poemas, me he dicho a Pope, a Auden (que leí tanto y repetí tanto que me aprendí), a Donne, a Lindner, a Eliot y hasta "Deor's Lament" pero en "Fontanel" no había pensado en meses/años.

Empecé a pensarlo y me quedé atorada en un verso, no sabía cuál seguía, y lo repetí y repetí y me atoraba en el mismo, no sabía qué verso seguía y se me hizo bien triste porque, al final, después de todo, "Fontanel" sigue siendo mi poema favorito en la vida.

El pedo o la cosa o la gracia con la poesía es que es bien diferente a la prosa por la mera razón de que sólo se siente. Descubrí la poesía en la primaria de la peor forma posible, con poesía coral, a cada grupo nos hacían decir "poemas" [comillas necesarias] horrendos y mover las manitas, y es que esas cosas que nos hacían decir son una ofensa, el único del que tengo recuerdo alguno es "El mil setecientos cinco", tengo los primeros cuatro versos todavía en la mente, fue como en segundo o tercero de primaria y teníamos que comprar boletos de lotería para actuarle. En serio, pocas cosas infunden tan poco respeto como tener que decir algo así, o sea, es como si jamás hubieras visto una película y la primera que te ponen para saber algo de cine es una de Sasha Montenegro.

Pero a eso no iba, eso lo pensé ahorita. A lo que iba es que la poesía crea cosas, te hace sentir cosas, así como lo dijo Lewis cuando habla de los poemas de Donne, el único poema cuya trama me ha interesado es "To His Mistress Going to Bed", me mordí las uñas mientras lo leía y cambiaba en chinga las páginas para leer las footnotes, pero ese querer saber qué iba a pasar era emoción, pues. Lo leí por la emoción y no tanto por curiosidad.

Así me funciona la poesía, uno siente, pues, además está el maravilloso proceso de toparlo nomás, de sentirlo nomás y de lueeeeeeego entenderle, procesar lo que dice. Con la prosa he llorado, he llorado con Green y con Benedetti, sí, se me hacen tristes y los de Green me gustaron un chingo pero nomás eso. No me repito párrafos nunca porque pues meh.

Pero a lo que iba con todo esto es que se med hizo bien triste quedarme atorada con "Fontanel" porque es mi poema favorito. Lindner fue una vez a la UNAM para presentar este libro, igual hubo mucha más gente que no me creó emoción alguna como Dana Goia o Yann Martel que autografiaba Life[s] of Pi a todos los que se acercaban cuando acabó de hablar. El chiste es que fue Lindner y luego en la noche hubo otro algo en la Casa del Poeta en Álvaro Obregón, ahí estaba Cristina Pacheco que me cae bien mal y la gente hablaba montones y decía cosas aburridas, me paré al baño y cuando salí Lindner hablaba y decía "Fontanel", salí justo en el "Know me by scent before you learn my name," y kaboom.

Llegué a mi casa a googlearle, ni siquiera me tuve que repetir decenas de veces el verso para sabérmelo. Pedí Skin luego luego, y crusheé durísimo con "Fontanel" aunque es un poema para un bebé, ajá, bebé. Un verso de "Fontanel" fue lo primero que me tatué en la vida y entonces se me hizo bien triste no acordarme y no poderlo terminar porque de "Fontanel" hice muchos, MUCHOS, ensayos en la universidad, porque es un poema que me he dicho miles de veces porque me parece maravilloso, fue bien triste porque aún, no se, más de seis años después de descubrirlo, sigue siendo mi favorito, porque aún cuando físicamente el tatuaje no es el que más me gusta, tal vez de los que tengo es el que menos me gusta, me lo volvería a tatuar porque nomameselverso.

En cuanto pude lo googleé y ya supe qué verso me faltaba y dejé de quedarme atorada eternamente.

Hoy pepené más exitosamente y por eso pude postear (aunque en el ipod y todo va sin formato [como animal]) otra vez. No se para cuándo pase de nuevo.

No comments: