Tuesday, January 16, 2007

"Se quieren, de eso estoy segura, pero no sé si ése es el modo de quererse que a mí me gusta"

Odio la tecnología! y a tambiín a mi dentista. pero en estos momentos a la tecnología, hace unos meses hi5 me abrió por alguna extraña razón dos cuentas una con mail y otra con hotmail y se invitaron a todos los de la lista de contactos y hoy me pasò lo mismo con Myspace, estaba moviendo el profile o no-se-qué y puse de nuevo dirección de mail y otra vez mando invitaciones a todos!!

Qué putas pasa con eso? lo que se supone nos simpleifica la vida la complica al hacer cosas que uno no quiere, chale, ya ha disminuido la indignación. Lo bueno del día es que hoy descargo segundo capitulo de cuarta tempoada de The L word, que bien.

Bueno y en cosas menos odiables hoy ví La Tregua, hace unos dos años leí el libro y confieso que es el único libro que me ha provocado unas ganas inmensas de llorar, pero así brutales, intenté no llorar porque el libro estaba tan bueno que iba leyendo en coche porque no podía cerrarlo; papás iban adelante y para evitar vergüenza de llanto público intenté contenerme y aún así salieron lágrimas.

Es que Avellaneda se muere, es imposible no llorar:
"En el primer momento no quise entender. Laura no era nadie, no era Avellaneda. La palabra es un asco. Falleció significa un trámite..."

Y luego viene la caída en cuenta de Santomé:
"Entonces, cuando estuve en casa, solo en mi cuarto, cuando hasta la pobre Blanca me retiró el consuelo de su silencio, moví los labios para decir: "Murió. Avellaneda murió", porque murió es la palabra, murió es el derrumbe de la vida, murió viene de adentro, trae la verdadera respiración del dolor, murió es la desesperación, la nada frígida y total, el abismo sencillo, el abismo."

Las cinco páginas que rodean esos dos fragmentos son el dolor palpable de un hombre, creo que no hay nada que me haga llorar más que esas páginas, es más estoy segura de que si muriera alguien que me importará tanto como Avellaneda le importaba a Santomé, usaría las palabras de Benedetti para expresarlo. Es imposible no llorar, leo en este momento las cinco páginas, a dos años de haber leido el libro y vuelvo a llorar, no hay nada más llorable en este mundo.

Así que si quieren llorar lean La Tregua, no vean la película, digo a pesar de que sí le es lo bastante fiel, no es lo mismo, es más fría, uno entiende menos a los personajes y por lo tanto no se mete tanto a la historia, además de que recomiendo ampliamente leerlo y no ver la película porque en la película sale el hombre bigotón que caracteriza a Martín Santomé [y a pesar de haber estado editada] en escenas semi eróticas con Avellaneda y no es nada agradable ver el pecho de un hombre cincuentón o sesentón [afotunadamente sólo se le ve el pecho] que pretende disfrutar tirarse a alguien de 25 años, simplemnete no es bonito.

Bueno, después de mentar madres a Myspace y Hi5 y de recordar un buen libro, el post se acaba para empezar a releer la tregua, ya es hora de volverlo a hacer. El t´+itulo también dle mismo libro, la descripción de Avellaneda del matrimonio de sus padres.

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