Monday, October 22, 2012

Por razones

Desconocidas a mí, volví a intentar hacer la tesis. Bueno, ni intentar hacer, sólo llegué a la conclusión de que la primicia anterior era nonsense y decidí volver a leer al respecto para intentar hacer algo.

Tal vez es la crisis de la edad y de que cumplí 25 años sin hacer nada de lo que esperaba, bueno, ya dije que jamás había cruzado por mi mente el titularme y demás, pero los 25 llegaron diferente a lo que esparaba y tal vez eso me hizo querer volver a leer y demás. Tal vez, en realidad no estoy segura.

Empecé leyendo ensayos y cosas de censura porque hace dos años que me dijeron que debía hacer algo, pensé en meter censura en el primer capítulo. Leí a Coetzee a Shugers (¿Shugers?) y demás, luego leí erotismo y ahora empecé John Donne de Carey porque absolutamente todo lo que he leído hace una referencia a él.

Debido a la cantidad de material bibliográfico, decidí aplicar lo mismo que en Cultura Europea o Literatura y Arte (que fueron las únicas clases para las que hice ensayos de más de 30 páginas) y poner post its a todo lo subrayado en un intento de que a la hora de citar y hacer referencias la cosa fuera más fácil. Fue un intento de tener mejor organización y así. El pedo vino cuando se me acabaron los colores de post its y repetí un color para señalar dos cosas diferentes, ya tengo un color nuevo pero se que eso me va a traer pedos en el futuro. Meh, igual sigue siendo mejor que sólo subrayar y luego intentar buscar la cita al chile.

El ser señora ahora me ha hecho leer mejor, o tal vez no mejor pero ya no busco en el índice las dos elegías, ya me he echado los libros completos sólo por los LOLs o algo similar. He leído más de todo y he subrayado mucho y eso me ha hecho descubrir cosas que antes sólo sabía por encima como en qué año Donne deja de ser católico, cuándo muere Anne More y demás.

El pedo ahora en la adultez es que creo necesario leer cosas que antes no, como libros acerca de género en la Inglaterra isabelina. El pedo más grande es que sí, he intentado mantener en mente que sólo es un trámite pero igual tengo una bibliografía de más de ocho cuartillas, eso es mucho más de lo que llevó cualquier ensayo de 35 páginas que entregué. Debido a que los últimos años no he leído nada más que novelas (a lo que voy es que nada de crítica) decidí que en el momento que me harte voy a leer una novela para que el hartazgo no llegue a niveles extremos que me haga abandonarlo todo otra vez.

La preocupación más grande era M. No sabía si abandonarlo y buscar a alguien más o mandarle un mail tres años después diciéndole que pues sí, no había hecho nada pero que ya quería hacer, vamos, es M., prácticamente todos sentíamos terror por él, y no porque fuera un culero sino por la capacidad que maneja. Todo eso pensé mientras leía hasta que un día fui al Lunario y lo encontré, estaba parado a un metro de mí; pensé hacerme pendeja pero así como escuché la anécdota de un dude al que le dirigía la tesis y luego desapareció y luego trabajaba en la UNAM y sus tarjetas decían licenciado y que el güey se hacía pendejo al verlo, así me vi, bueno, así lo imaginé, a M. con su clase de teens de 20 años (bueno no, la mayoría no tiene 20 años pero yo los tenía y por eso lo digo así) contándoles cómo había visto a alguien a quien le dirigía la tesis y había desaparecido y cómo ella se había hecho pendeja al verlo. Lo imaginé todo y decidí que mejor saludarlo para evitar ser parte de su colección de anécdotas y para evitar el pedo de escribirle un mail explicándole mi irresponsabilidad.

M. fue buen pedo ese día y ya, yo acabé la novela que estaba leyendo como recreo y empecé a leer otra vez acerca de Donne. La verdad es que me harta seguido porque no hay personajes como en novela, pero es bien padre topar las referencias cuando lees algo, saber quién es Bell y quién es Quilligan y quién es Saunders cuando lees sus nombres mencionados en algún libro o ensayo.

No lo se, a lo mejor algún día me titulo, a lo mejor no. La verdad tiene poco sentido hacerlo, mi papá tienen un título enmarcado que ha pasado algo así como los últimos seis años de la vida abajo de su cama, creo que si me titulo mi título será doblado en cuatro para que sea capaz de entrar al sobre de papeles importantes que poseo y ya, nada más va a cambiar.

2 comments:

Espaciolandesa said...

Yo estoy en las mismas con mi título de maestría.

Y una amiga me dijo que debía titularme no por el papel, que el papel si quería lo tirara a la basura luego de obtenerlo, pero que no tirara a la basura los años que le había dedicado a la carrera.

Para mí sonó bien, pero no me motivó mucho.

Quizá a ti sí n_n

[cacto kaür] said...

Jajaja pues sí. La mayor parte lo veo como un papel y me parece absurdo, pero igual se que debo hacerlo por si luego quiero hacer una maestría o algo. Además hace una semana en la chamba me dijeron que estaban actualizando la página y que cuál era mi título y entré en pánico. Jamás he dicho que estoy titulada pero igual. No me crea un problema el tiempo invertido sino el que ya falta solo una cosa y pues mejor hacerla a dejarla eternamente pendiente.