Wednesday, November 10, 2010

Bien, este es un post

Rápido de oficina porque no ha entrado nadie a la biblioteca, todo es aburridísimo y tengo muchas ganas de un chocolate pero sigo sola y no puedo nomás así cerrar. Pero sí, me dan ganas, hace mucho frío, tengo un poco de sueño y no hay nada que extrañe más en este momento que mi cama, pero a eso no voy.

El punto es que, ayer fui a ver a Massive Attack, fue un buen concierto, duró un tiempo muy considerable, sonó bien y a eso no iba tampoco. Creo que antes debemos hacer un flashback, probablemente ya lo he dicho aquí pero en realidad no estoy nada segura, yo no suelo ir a cosas familiares, en especial de familia de mi papá, no me caen mal pero tampoco me caen bien, esa es la cosa.

En los últimos cinco años debo haber ido a unas tres comidas o equivalentes y la cosa es que siempre es como la misma rutina, llegarse, sentarse, platicar ligeramente con alguien y luego responder unas catorce veces que no, no me dolió perforarme el labio ni la nariz, que no, no me gusta el vino tinto y que no, no hay pedo si me tomo una cerveza.

El chiste es que es aburrido, ha sido aburrido desde que tenía doce años y ya no jugaba con mis primos, es aburrido porque tengo primos más chicos o primos casi treintones, y no tengo nada en contra de los casi treintones, pero todos van con sus novias mamonas del Tec [Tampoco tengo nada en contra de quien fue al Tec, pero ellas cubren como el cliché completito] y entonces paso una hora escuchando cuánto les dolió ponerse tetas y cuánto les dolió hacerse liposucción.

Y pues no, no está divertido. Pero esperen, esa es la familia directa, las hermanas de mi papá y sus hijos [Bueno, y algunas primas de mi papá igual (con sus respectivos hijos)], que me caen bien pero me dan hueva. Al primo encontrado ayer me cae bien, y no es mamón ni tiene novia mamona [Aunque eso no lo se en realidad, tenía años sin verlo]. El chiste es que no son mamones pero con esos primos tampoco tengo nada de qué platicar con ellos.

Eso pasa con su mamá y demás mamás, son buen pedo pero una vez que hablamos de cómo estamos y en qué trabajo nos quedamos sin tema de conversación, y es pues la hueva de esas comidas lo que me hace ya no ir a ellas. Con una cada año y medio me basta para saludar a todos, platicar mínimamente con todos y no morir en el intento.

Ahora, de regreso al segundo párrafo porque esto ya se fue muy lejos. Ayer estaba yo en la fila y dí boleto y un dude me dice "¿Atenas?" y yo dije que sí, y entonces lo vi y no supe quién era , hasta levante las manos y moví la cabeza de lado a lado, vió mi desconcertadez y dijo "Germán, Germán C." y me cayó el veinte. La verdad un microsegundo antes de que me dijera su nombre supe quién era, supe que era un primo mío pero no sabía si se llamaba Germán o Pepe o algo más.

Le conté a mi mamá y lo primero que me dijo fue "Qué bueno que te lo encontraste por lo menos así, uy, y tanto que lo hacías llorar cuando eran chiquitos". Entonces sí, fue raro/bueno encontrármelo así nomás, y aún cuando es un primo con más grados de diferencia, puedo decir con seguridad que fue mejor encontrármelo a él que a mis primos directos, porque son mamones y hablan de lo divertido que es San Diego y van con sus novias que hablan sólo de tetas y anillos de compromiso.

Y esto se ha vuelto un post muy quejumbroso y suena a que no me gusta ver a la familia, pero no, no es así. puedo verlos, me gusta verlos, pero somos completísimamente diferentes como para disfrutar de una conversación larga civilizada más de una vez al año.


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